¿Luchar contra el desperdicio de alimentos con la fermentación? Las soluciones de Sacco System
28/03/2025

El desperdicio de alimentos (food waste) es uno de los desafíos más urgentes de nuestro tiempo. Según la FAO (la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), aproximadamente el 14% de los alimentos producidos a nivel mundial, por un valor de 400 mil millones de dólares, se pierde cada año entre la fase de recolección y la de venta al por menor.
Esto no solo tiene un impacto económico significativo, sino que también tiene consecuencias sobre el cambio climático: la producción de alimentos que no se consumen genera, de hecho, entre el 8-10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (fuente UNEP, Food Waste Index Report). En particular, los productos frescos y perecederos, como la carne y los lácteos, son los más susceptibles al deterioro y desperdicio.
Pero, ¿existen soluciones naturales para prolongar su vida útil y reducir las pérdidas? La respuesta está en la fermentación. Al provocar una acidificación del alimento, la fermentación es, de hecho, un método natural para proteger los alimentos de otras alteraciones causadas por microorganismos patógenos que no crecen en condiciones de pH bajo.
Sacco System y la sostenibilidad productiva
El 25 de septiembre de 2015, las Naciones Unidas aprobaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, el programa de acción global para alcanzar un futuro mejor para todos antes de 2030.
Dentro de este documento, se enumeran los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (o Sustainable Development Goals, cuyo acrónimo es SDGs), que abordan los grandes desafíos de nuestro tiempo, equilibrando las tres dimensiones de la sostenibilidad: económica, social y ambiental.
Sacco System siempre ha estado comprometida con la investigación de soluciones biotecnológicas sostenibles orientadas a reducir el desperdicio de alimentos y lograr una cadena de suministro más responsable.
En particular, las bacterias lácticas Sacco System utilizadas en la producción de alimentos son capaces de guiar la fermentación de manera controlada y completamente segura, minimizando las no conformidades en las fases de procesamiento y, por lo tanto, las pérdidas alimentarias a lo largo de la cadena de suministro, maximizando los rendimientos y permitiendo obtener alimentos de calidad superior, saludables y sabrosos, conservando al mismo tiempo la tipicidad que los caracteriza.
El objetivo número 12 de los SDGs, en particular el objetivo 12.3, establece que, para 2030, se debe reducir a la mitad el desperdicio per cápita en los niveles de venta al por menor y consumo, y reducir las pérdidas alimentarias a lo largo de la cadena de producción y de suministro, incluidas las pérdidas post-cosecha.
Además de los fermentos lácticos, existen también otros bacterias que pueden ayudar a conservar los alimentos y mantenerlos frescos por más tiempo: las llamadas “culturas con efecto protector”, seleccionadas por su capacidad para retrasar el deterioro debido a contaminantes, como levaduras y mohos, en alimentos perecederos, de forma natural, sin la adición de conservantes.
Fermentos 4Protection: las culturas protectoras Sacco System contra el desperdicio de alimentos
Sacco System ha desarrollado 4Protection, una línea de fermentos diseñada para proteger naturalmente los alimentos, mejorando su conservación y reduciendo la necesidad de aditivos químicos.
Los fermentos Sacco System de la línea 4Protection permiten:
✔ Aumentar la vida útil de los alimentos perecederos
✔ Prevenir el desarrollo de mohos y bacterias no deseadas
✔ Mejorar la seguridad alimentaria reduciendo el riesgo de contaminaciones
✔ Preservar las características organolépticas de los productos

El uso de las culturas 4Protection permite ofrecer a los consumidores productos más saludables, naturales y de mejor calidad organoléptica, reducir el desperdicio de alimentos a nivel de distribución, venta al por menor y consumo, y, lo que es más importante, obtener una ventaja económica considerable ya que se reduce la incidencia de no conformidades.
A esto se añade un menor impacto ambiental, gracias al mejor uso de los recursos naturales y a la consecuente evitación de emisiones de CO2.